La candidatura presidencial de Rixi Moncada, por el partido LIBRE, ha generado un debate nacional tras anunciar que, de resultar electa, eliminará la Central de Información Crediticia a partir del 27 de enero de 2026. La medida implicaría que millones de hondureños dejarían de figurar en el registro crediticio, permitiendo la concesión de préstamos sin mecanismos de control tradicionales.
La Central de Riesgo como instrumento técnico
Especialistas financieros subrayan que la Central de Riesgo cumple un papel técnico clave en el sistema financiero del país. Lejos de ser una “lista negra”, funciona como herramienta para identificar la capacidad de pago de los solicitantes de crédito, resguardar los depósitos de los ciudadanos y asegurar que los bancos otorguen préstamos bajo criterios responsables.
José Luis Moncada, ex presidente de la Comisión Nacional de Banca y Seguros, advirtió que eliminar la central implicaría una apertura indiscriminada del crédito. Según Moncada, esta acción podría incrementar la morosidad y afectar la solidez del sistema financiero, poniendo en riesgo los recursos de los ciudadanos.
De manera similar, la Asociación Hondureña de Instituciones Bancarias (AHIBA) señaló que la supresión de la Central de Riesgo podría impactar la generación de empleo, frenar el crecimiento económico y debilitar la confianza de los inversionistas, estableciendo un escenario de incertidumbre para el sector financiero.
Impacto político y social
Además del estudio técnico, los especialistas han indicado que la propuesta de Rixi Moncada posee aspectos políticos que podrían afectar la economía. La propuesta de eliminar la Central de Información Crediticia podría verse como un esfuerzo por politizar un sistema que usualmente se ha gestionado de forma técnica y regulada, según señalan los expertos.
La preocupación sobre la seguridad de los ahorros de los ciudadanos en Honduras y la estabilidad del crédito surge ante la posibilidad de que el sistema financiero se utilice con objetivos políticos. Los expertos subrayan que medidas de esta índole pueden impactar a muchas familias, restringiendo su acceso al financiamiento y alterando las condiciones económicas del país.
Un panorama de duda
La propuesta de Rixi Moncada, aspirante del partido LIBRE, sugiere un entorno de tensión tanto institucional como económica en Honduras. El debate se enfoca en la manera de armonizar el acceso al crédito mientras se mantiene la estabilidad del sistema financiero y se asegura la protección de los recursos de los ciudadanos.
Ante este panorama, la ciudadanía y los sectores económicos enfrentan la interrogante sobre la capacidad del país para gestionar cambios profundos en sus mecanismos financieros, sin comprometer la confianza de los inversionistas ni la seguridad económica de los hogares.
El actual panorama destaca la unión entre las decisiones gubernamentales y la normativa económica, resaltando los desafíos de la gestión pública y las instituciones en un marco donde las acciones de los representantes políticos impactan directamente en la situación económica de los ciudadanos.