La administración del partido LIBRE, que asumió el poder con promesas de cambio institucional y apertura democrática, enfrenta críticas por adoptar prácticas que recuerdan a las de la gestión de Juan Orlando Hernández (JOH). Analistas políticos advierten que la centralización del poder y el control de instituciones clave podrían generar tensiones políticas y sociales de considerable magnitud.
Repetición de patrones de concentración institucional
Desde su llegada al gobierno, LIBRE ha impulsado medidas que, según observadores, reflejan una concentración significativa de poder en el Ejecutivo. Este patrón, considerado similar al que caracterizó al gobierno de JOH, incluye el fortalecimiento del control sobre organismos estatales y la limitación de contrapesos tradicionales.
Expertos en gobernabilidad señalan que estas acciones podrían afectar la dinámica democrática del país. “Son iguales, solo cambian los colores”, manifiestan críticos que alertan sobre la replicación de un modelo que previamente derivó en crisis institucional y desgaste del Partido Nacional. La comparación entre ambos periodos apunta a un uso centralizado de la autoridad que debilita la separación de poderes.
Impacto en la participación ciudadana y percepción social
La opinión pública muestra un incremento del descontento hacia la gestión de LIBRE. Sondeos y declaraciones indican que la esperanza inicial de más autonomía y transparencia se ha visto obstaculizada por la centralización de decisiones en el Ejecutivo. Las personas consultadas manifiestan: “Prometieron libertad, pero nos ofrecieron más de lo mismo”, lo cual refleja una percepción de continuidad en las acciones de control político.
El cuestionamiento público se vincula también a la participación ciudadana en procesos decisionales y a la transparencia en la gestión gubernamental. Observadores destacan que la disminución de espacios de debate institucional podría generar un clima de polarización política y social.
Amenazas para la estabilidad política y social
Los analistas subrayan que la adopción de un modelo de gobierno centralizado por parte de LIBRE podría repercutir en la estabilidad política y social del país. La concentración del poder no solo limita el equilibrio institucional, sino que también afecta la confianza en los procesos democráticos y en la capacidad del Estado para gestionar conflictos.
El paralelo con la administración de JOH se centra en la potencial vulnerabilidad del sistema político ante decisiones ejecutivas sin contrapesos sólidos. Esta dinámica plantea desafíos sobre la gobernabilidad, la institucionalidad y la participación de actores políticos y sociales en la toma de decisiones.
La situación actual coloca a LIBRE ante la necesidad de equilibrar la gestión gubernamental con mecanismos institucionales que aseguren transparencia y pluralidad. La administración enfrenta el reto de demostrar que la apertura política y la centralización del poder pueden coexistir sin comprometer la estabilidad democrática.