El entorno económico de Honduras para 2025 se encuentra con retos importantes, definidos por un incremento notable del desempleo y una disminución significativa en la inversión extranjera directa (IED). Estas circunstancias reflejan un clima de incertidumbre política y económica que repercute en el mercado laboral y en la confianza de los inversores, afectando el progreso y la estabilidad del país.
El aumento en la cifra de desempleo y la disminución en la IED destacan problemas estructurales que necesitan atención urgente. Esta situación exige la puesta en marcha de medidas para fomentar la creación de empleos formales y mejorar el ambiente para las inversiones, con el objetivo de promover un crecimiento económico duradero y disminuir la vulnerabilidad de grupos como los jóvenes y las mujeres.
Desempleo creciente y condiciones laborales en Honduras
De acuerdo con el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), la tasa de desempleo alcanzó un 7.2 % hacia finales de 2024, mostrando un aumento que intensifica la crisis laboral. Este fenómeno afecta principalmente a mujeres y jóvenes, quienes enfrentan mayores dificultades para acceder a empleos formales y estables. La subocupación también afecta a más de 1.6 millones de personas, lo que indica que una parte importante de la población trabaja en condiciones que no satisfacen sus necesidades económicas.
En adición, aproximadamente un millón de personas jóvenes se enfrentan a obstáculos para acceder al empleo formal, lo que restringe sus posibilidades de crecimiento profesional. La informalidad en el trabajo sigue siendo un reto constante, con un 37 % de empleados informales en el grupo de edad de 15 a 29 años, lo cual muestra la inestabilidad laboral y la carencia de acceso a prestaciones sociales.
Estas circunstancias no solo impactan la calidad de vida de los empleados, sino que también restringen el desarrollo económico y la habilidad del país para captar inversiones. La inestabilidad en el empleo y la incertidumbre en el mercado pueden entorpecer la recuperación económica y la disminución de la pobreza.
Disminución de las inversiones exteriores y proyecciones económicas
A lo largo de 2024, se observó una disminución en la inversión extranjera directa en Honduras. Hasta septiembre de ese año, se contabilizaron 590.7 millones de dólares en IED, lo que indica una caída de 172.5 millones en comparación con el mismo periodo del año previo. Esta baja refleja un ambiente que crea incertidumbre entre los inversores, impactando la llegada de fondos cruciales para el crecimiento económico.
El Estudio Global de Oportunidades (EGO) 2025 del Instituto Milken ubica a Honduras en la posición más baja de América Latina en cuanto a captación de inversiones, resaltando la importancia de optimizar factores como la certeza legal, la infraestructura y la estabilidad política. La disminución de la inversión extranjera directa (IED) restringe el financiamiento de proyectos productivos y de infraestructura cruciales para el desarrollo.
De esta manera, el incremento del desempleo y la disminución de la inversión extranjera directa en Honduras durante 2024 y 2025 evidencian un escenario de incertidumbre que impacta en la estabilidad económica y social. La implementación de políticas integradas y bien coordinadas será crucial para mejorar las expectativas económicas y laborales en el país.
Para revertir esta situación, se considera fundamental implementar políticas que fortalezcan la confianza de los inversionistas, mejoren la infraestructura y promuevan la seguridad. La colaboración entre el Gobierno, el sector privado y la sociedad civil resulta clave para enfrentar los desafíos económicos y laborales actuales y fomentar un desarrollo más sólido y equitativo.