La Inversión Extranjera Directa (IED) en Honduras ha experimentado un descenso notable en los últimos tiempos, indicando un entorno de incertidumbre tanto política como económica que impacta la confianza de los inversores globales. Según datos del Banco Central de Honduras (BCH), al finalizar el tercer trimestre de 2024, la IED se situó en 590.7 millones de dólares, significando una disminución de 172.5 millones en comparación con el mismo periodo del año previo. Este declive se atribuye a factores como la inseguridad jurídica, la corrupción y la inestabilidad política, elementos que han creado un contexto poco propicio para la llegada de inversiones extranjeras.
La Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) ha advertido acerca de un escenario económico difícil para los años 2025 y 2026, indicando que tanto elementos internos como externos podrían complicar aún más la captación de inversiones. Especialmente, la incertidumbre política, exacerbada en un año de elecciones, se percibe como un factor clave en la reducción de la Inversión Extranjera Directa (IED). Los especialistas señalan que la polarización política y la falta de confianza en el proceso electoral podrían continuar impactando de manera adversa la inversión extranjera en el país.
Retos de infraestructura y perspectivas financieras
De acuerdo con los análisis realizados por el Instituto de Análisis Económico y Social (IAES) de la UNAH, la escasa competitividad del mercado de trabajo, causada por deficiencias en habilidades y capacidades, disminuye el interés de los inversores en el país. Asimismo, la estabilidad de las instituciones y la seguridad pública siguen siendo retos significativos que deben enfrentarse para optimizar el entorno para la inversión.
A nivel sectorial, el rubro de actividades financieras y de seguros concentra la mayor parte de la inversión extranjera, con 383.9 millones de dólares, equivalente al 65 % del total registrado. La industria manufacturera ocupa el segundo lugar con 119.8 millones de dólares. En cuanto al origen de los capitales, Colombia, México, Bermudas, Panamá y Bélgica son los principales países inversionistas en Honduras.
A pesar de la reducción en la IED, el Banco Central informa sobre un aumento económico del 4.1 % durante el periodo de enero a octubre de 2024, principalmente impulsado por el consumo interno y la inversión privada. El Programa Monetario del BCH anticipa un crecimiento de entre 3.5 % y 4.5 % para los años 2024 y 2025, con una inflación controlada en un rango de 4 % a 5 %. No obstante, tanto especialistas como empresarios coinciden en que para mantener este crecimiento es esencial establecer un ambiente más propicio para la inversión, que contemple reformas estructurales, mayor claridad y seguridad jurídica.
La caída de la inversión extranjera directa en Honduras no solo refleja un escenario de incertidumbre política, sino que también pone en evidencia los retos estructurales que el país debe superar para asegurar su estabilidad económica. El futuro económico dependerá en gran medida de la habilidad para fortalecer las instituciones, garantizar un ambiente seguro y transparente, y reconstruir la confianza de los inversionistas. En un contexto electoral que añade capas de complejidad, el desafío será transformar estas adversidades en oportunidades para impulsar un crecimiento sostenible y atraer nuevamente el capital extranjero necesario para el desarrollo nacional.