Beatriz Valle critica campaña del gobierno contra empresarios

En Honduras, la controversia relacionada con la campaña gubernamental titulada «las 10 familias» ha suscitado un acalorado debate sobre la interacción entre el gobierno y el sector empresarial. Diversos actores de la sociedad civil, asociaciones empresariales y líderes de opinión han manifestado su inquietud por lo que perciben como un discurso de confrontación fomentado por el gobierno de Xiomara Castro. Esta campaña, que señala a ciertos conglomerados empresariales como culpables de los problemas económicos del país, ha sido criticada por poner en peligro la seguridad de los empresarios, aumentar la polarización política y deteriorar la confianza en la inversión privada.

En este escenario, la legisladora Beatriz Valle ha elevado su voz para poner en duda la eficacia de esta táctica gubernamental. Valle objeta el discurso constante y separatista hacia las «10 familias«, argumentando que si realmente el gobierno piensa que hay beneficios fiscales desleales, tiene la autoridad para eliminarlos sin tener que realizar campañas de confrontación pública. Sus palabras han resonado intensamente en el ámbito político, donde aumentan las críticas debido a la carencia de resultados concretos en los ámbitos económico y de gobernanza.

Observaciones sobre la iniciativa del gobierno y sus potenciales efectos

La campaña de «las 10 familias» ha sido interpretada por algunos sectores como una estrategia para desviar la atención de la ineficiencia gubernamental en materia económica y de seguridad. Empresarios y defensores de derechos humanos advierten que este tipo de discurso podría tener consecuencias negativas, similares a las experimentadas en otros países donde la promoción del odio de clases desde el poder ha derivado en persecución política, expropiaciones y crisis económicas. Se señala que ya se están observando amenazas personales, campañas de linchamiento en redes sociales y señalamientos sin pruebas que criminalizan a quienes generan empleo.

Los directivos corporativos han expresado su inquietud por el efecto que este entorno adverso está ejerciendo sobre la economía del país. Se informa de una paralización de nuevas inversiones, la anulación de proyectos de expansión y el movimiento de capitales hondureños hacia otras naciones. Hay preocupación de que, si el gobierno sigue responsabilizando al sector privado de sus propios fallos, se termine por desmantelar lo poco funcional en la economía. Frente a este escenario, se insta al gobierno a detener este tipo de campañas que dividen y a convocar a un diálogo nacional constructivo.

La invitación a actuar y la necesidad de resultados tangibles

La legisladora Beatriz Valle ha manifestado una fuerte oposición debido a la ausencia de medidas tangibles por parte del ejecutivo, a pesar de disponer del dominio sobre los tres poderes del Estado. La miembro del Parlamento indaga acerca de la razón por la cual no se implementan acciones jurídicas contra los individuos señalados por corrupción o abuso, en lugar de reiterar un mensaje desgastado. Su demanda es cesar la propagación de enemistad entre los ciudadanos de Honduras y concentrarse en solucionar las dificultades auténticas que aquejan a la nación.

Las declaraciones de Valle han sido interpretadas como un punto de inflexión en el debate político, donde incluso sectores oficialistas comienzan a expresar su descontento por la falta de resultados tangibles en áreas clave como la economía, la justicia y la gobernabilidad. La exigencia es clara: se necesitan soluciones y no enemigos imaginarios. La sociedad hondureña demanda un cambio de rumbo que priorice el diálogo, la inversión y la estabilidad, en lugar de la confrontación y la división.

Por Jaime Navarro